No estoy hablando del precio, ni del costo. Estoy
hablando del valor.
El costo, es aquella cantidad de dinero necesaria para
crear un producto o para brindar un servicio.
El precio es lo que se cobra a quien lo adquiere, e
incluye una utilidad a quien lo provee como aliciente para su creación.
El valor entonces es lo que finalmente se recibe a
cambio de lo que se paga como tal. Es aquél beneficio que tanto buscamos en
todo cuanto adquirimos, aquello que de ser retirado de las cosas que compramos,
no tendrían sentido alguno.
Es necesario tener en cuenta entonces, que el valor
digo que es inexistente, porque básicamente no podemos medirlo de manera
concreta, al depender directamente de nuestra percepción como
seres humanos y la calificación como tal que con él le demos a las cosas o a
los servicios.
Un ejemplo claro, es un auto convertible.
Consideremos el ejemplo del auto para ver la manera
como nuestra percepción del valor puede llegar a verse distorsionada por la
mente.
¿Qué diferencia a un auto convertible, de otro no
convertible? Supongamos que tenemos el mismo automóvil en sus dos versiones, y
que ambos, son de la misma marca, del mismo tamaño, tienen el mismo motor,
potencia… etc.
Uno de ellos, simplemente tiene un mecanismo que le
permite ser descapotable, mecanismo cuyo costo de fabricación respecto al total
del precio del auto realmente es muy bajo.
¿Cuál de los dos es más costoso?
Es curioso que un auto sin techo, sea más costoso que
uno con techo. Hablamos de que el hecho de que a uno de los dos le falte algo,
lo hace más valioso ¿Por qué?.
Simple.
Por nuestra manera de percibir el valor en las cosas.
Quizás como personas, percibimos un automóvil
descapotado como sinónimo de libertad, de poder respirar y sentir la brisa en
nuestros rostros. Quizás lo que percibimos es elegancia, confort, distinción…
etc.
Sea como sea, es un juego de percepciones. Y las
empresas que los venden, saben esto muy bien. Ellos saben qué es lo que la
gente considera como más valioso y finalmente cobran más por ello.
Debes entender esto en tu camino a hacerte rico,
porque precisamente tu misión será entregar mucho, pero MUCHO valor a la
sociedad.
Debes detectar exactamente qué es lo que la sociedad
percibe como valioso y entregar mucho de eso. Sólo así podrás enriquecerte de
manera estable, escalable y progresiva.
Sólo brindando un gran valor al mundo es que
efectivamente podemos desempeñarnos al máximo como ser es humanos y llegar a
nuestras metas mucho más efectivamente. De paso si nuestra entrega de valor
incluye ayudar a otros en el camino a lograr sus metas, los resultados son
exponenciales.
El oro por ejemplo, es tan valioso, por lo difícil que
es de obtener. Si el oro lo encontráramos por todas partes y cada que se
sembrara un árbol surgiera a su lado un lingote de oro, quizás no tendría un
precio tan elevado. Porque simplemente en ese caso, la percepción sobre su
valor estaría disminuida en gran medida.
Fíjate que no digo que brindar valor sea algo fácil,
así como conseguir el oro tampoco lo es. Pero finalmente, si encuentras la
manera de entregar toneladas de valor a la sociedad haciendo lo que más te
gusta, ser rico estará garantizado en un 110%.
Depende entonces de tu percepción sobre el valor de
las cosas, y de la manera como puedas entender, la percepción de los demás.

