Tus hábitos determinan tu forma de ser y actuar, por ello
es tan importante contar con buenos hábitos. Vamos a ver cómo crear hábitos
duraderos que te beneficien y cómo eliminar aquellos malos hábitos que te
perjudican.
Cuanto más repites una conducta más la interiorizas, de a poco se va convirtiendo en una parte de ti. Al realizar una experiencia una única vez no se convierte en hábito y es muy posible que no lo vuelvas a hacer, sin embargo, si practicas dicha experiencia con frecuencia es muy posible que esta pase a formar parte de tus rutinas diarias.
Una acción aislada no va a cambiar tu sistema de creencias,
es necesario trabajar en superar tus creencias limitantes para modificar dichas
creencias y crecer cómo persona. Solo modificando tus creencias podrás crear
hábitos duraderos.
La mejor manera de cambiar tus hábitos es empezar por cambiar tu forma de pensar ya que nuestros pensamientos y acciones crean redes neuronales que nos facilitan o complican cambiar nuestro comportamiento.
Para cambiar nuestros resultados tenemos que cambiar nuestras acciones y estrategias, si sigues haciendo todo igual nada va a cambiar. Para obtener resultados diferentes hay que hacer cosas diferentes.
Para obtener el resultado deseado te tienes que convertir en el tipo de persona que obtiene ese resultado. Tus pensamientos y creencias moldean tus hábitos mientras que hábitos moldean tu personalidad y comportamiento que a su vez moldean tus pensamientos y creencias. Como ves es un círculo donde todo está interconectado.
Así pues, para establecer hábitos duraderos te tienes que
enfocar en convertirte en el tipo de persona que puede alcanzar la meta que te
has marcado. Si no crees en ti y en tus posibilidades nunca lo podrás
conseguir. Evidentemente, si te propones levantar 200 kilos, con la
alimentación adecuada y el entrenamiento correcto al final lo conseguirás, sin
embargo si pretendes medir 2 metros y mides 1,60 esto nunca lo podrás lograr.
En resumen, necesitas saber que tipo de persona quieres ser
ya que tu personalidad define tus hábitos y tus hábitos definen tu
personalidad.
Los 3 niveles de compromiso
Para crear hábitos duraderos estos se deben interiorizar, en dicho proceso pasamos por 3 niveles de compromiso:
- El primero es la simple búsqueda de un cambio de resultados
- El segundo consiste en cambiar el sistema para lograr los resultados deseados.
- En el tercer nivel ya se cambian tus creencias para modificar tu personalidad y convertirte en el tipo de persona que consigue esos resultados propuestos.
Como puedes observar en cada nivel tu compromiso aumenta y
por lo tanto aumenta las probabilidades de convertir el hábito en duradero.
Pero el nivel de compromiso por si solo no es suficiente para solidificar el
hábito, para lograr convertirte en la mejor versión de ti mismo es necesario
que cuentes con un sistema de revisión y corrección de tus creencias
limitantes.
La conducta y el comportamiento humano
Las conductas seguidas de consecuencias satisfactorias
tienden a repetirse, por ejemplo si comes algo que te gusta vas a tender a
volver a comerlo, sin embargo si comes algo que te resulta desagradable lo vas
a evitar.
Un hábito es una conducta que se ha repetido lo suficiente como para volver su ejecución de forma automática y simple, sin que tengamos que pensarlo. Un hábito es una acción que hacemos de forma inconsciente liberando a nuestro consciente de tener que pensar y decidir qué hacer en una situación determinada.
En el comportamiento humano existe un circuito de retroalimentación que consiste en probar una solución, si esta falla o no es la mejor aprendemos a no volver a repetirlo ( o por lo menos deberíamos), así probamos una nueva solución hasta encontrar la que mejor se adapta a nuestras necesidades..
Los hábitos son soluciones confiables a problemas
recurrentes que liberan a nuestro cerebro de gastar energía en pensar
soluciones. Conforme se crean los hábitos el nivel de actividad del cerebro
disminuye. Así los hábitos liberan al consciente de tener que pensar, sin embargo,
esto es un arma de doble filo, ya que muchos de los fracasos que experimenta el
ser humano se deben a la falta de autoconciencia y autoconocimiento.
En el pasado tomamos una decisión que nos supuso un gasto de energía, pero del aprendizaje surgido emana un hábito que se ha vuelto automático. La mente consciente le pasa a la mente inconsciente las tareas para que las ejecute de manera automática sin hacer uso de la conciencia. Lo que permite dedicar la atención consciente a otras tareas.
Tu mente está analizando continuamente el ambiente que te
rodea prediciendo lo que va a ocurrir, después ensaya distintas respuestas y
aprendiendo de los resultados.
Las 4 tapas para construir un hábito duradero
La libertad es uno de los bienes más preciados por el Ser Humano, sin embargo las personas que no son capaces de crear sus propios hábitos disfrutan menos de la libertad. Crear hábitos beneficiosos en el presente te permite disfrutar de más libertad en el futuro. El cerebro codifica las lecciones aprendidas por medio de la experiencia.
Construir un hábito que perdure en el tiempo requiere de un proceso que se divide en cuatro etapas, a saber:
- La señal es la encargada de desencadenar el proceso de creación del hábito.
- El anhelo es la fuerza motivacional que nos da razones para actuar.
- La respuesta es el hábito en sí que se genera para buscar una recompensa.
- La recompensa es el premio que obtenemos.
Tu cerebro pasa por estas etapas siguiendo el mismo orden
en todas las ocasiones que se pone en práctica. Siempre existe un detonante o
disparador que genera un deseo, este deseo puede ser conseguir un título
universitario, adelgazar, ganar más dinero, mejorar nuestro físico…
El cerebro humano es una máquina de hacer predicciones. Los pensamientos, sentimientos y emociones del observador son las que transforman una señal en un anhelo.
Este anhelo de lograr una solución a un problema que tenemos es el que nos permitirá encontrar una respuesta satisfactoria que nos posibilite lograr la recompensa.
Establece el momento y el lugar
Ya sea que queremos crear un hábito nuevo, modificar un
antiguo hábito o eliminar un mal hábito debemos ser conscientes de los
beneficios que nos reportará este cambio.
La mejor manera de crear un hábito (en este caso, entendemos por crear un cambio el hecho de generar un cambio en nuestro comportamiento, en este caso el cambio puede ser también eliminar un hábito perjudicial) es buscar un momento y lugar para hacer este cambio.
No es suficiente con decir “tengo que hacer ejercicio” lo ideal es planificarlo en tu agenda diaria. Si quieres hacer ejercicio, aprender un idioma o una nueva habilidad es necesario que busques una hora y un lugar.
Cómo cambiar una conducta
Del mismo modo que contamos con hábitos beneficiosos también contamos con hábitos perjudiciales que debemos cambiar. Si cuentas con un sistema te será más fácil modificar dichos hábitos.
Para cambiar un hábito contamos con un conjunto de reglas
que nos permitirán construir mejores hábitos:
En primer lugar debemos evidenciar el problema que nos
supone ese hábito perjudicial, si no somos conscientes del problema no
encontraremos motivo para cambiarlo y no tendremos suficiente motivación.
En segundo lugar es necesario convertir este cambio en
atractivo ya que es la única manera de encontrar la fuerza suficiente para
hacer un esfuerzo de cambio.
En tercer lugar debemos contar con un sistema que nos
permita que la transición de un hábito a otro sea sencillo, sino nos rendiremos
a mitad de camino.
En cuarto lugar todo el proceso de cambio así como el
resultado ha de ser satisfactorio.
El primer paso para cambiar los malos hábitos es mantenerse
atento para identificarlos, si no somos consciente de ellos no sabremos que
debemos cambiarlo. Por otra parte también debemos estar dispuestos a
cambiarlos, en caso contrario no haremos nada.
Un buen ejercicio para encontrar la motivación suficiente es decir en voz alta en que consiste tu mal hábito y cuales son las consecuencias de este, por ejemplo: “estoy comiendo bollería industrial por lo que estoy afectando a mi salud ya que produce obesidad y diabetes”.
Como puedes ver lo estás verbalizando en el momento
presente, justo antes de hacer la acción o mientras la estás haciendo, acto
seguido debes verbalizar la solución: «cada vez que tenga ganas de comer un
bollo voy a comer una fruta dulce como una mandarina». Por supuesto, es
recomendable tener mandarinas a mano y dificultar el acceso a la bollería
industrial.
Antes de que podamos construir nuevos hábitos de manera
efectiva necesitamos tener nuestros hábitos actuales bajo control ya que caer
en patrones antiguos sin darte cuenta es más fácil de lo que parece.

