En todo emprendimiento, pequeño o grande, fácil o
difícil, existen obstáculos.
Los obstáculos forman parte importante de nuestra
cotidianidad y nos permiten mejorar día a día, así como para las palomas, el
único obstáculo que les impide volar más rápido y libremente, es el aire… sin
el mismo, caerían en picada, ya que la resistencia que ofrece el aire sobre sus
alas es lo que les permite alzar vuelo.
De manera similar, los obstáculos en nuestra vida, a
pesar de que nos ofrecen resistencia y generalmente van en sentido opuesto a
nuestra dirección de vuelo, son precisamente los que nos hacen fuertes, siempre
y cuando no desistamos ante ellos, y más bien los aprovechemos al máximo; lograr
el éxito, depende de ello.
La Predisposición Al Fracaso
Uno de los principales obstáculos que
te impiden alcanzar el éxito, es el hecho de estar predispuesto a fracasar. Si
bien, la predisposición no es más que un estado mental, posiblemente basado en
prejuicios, altera tu forma de pensar y por tanto tu comportamiento, reacción y
toma de decisiones con respecto a lo que quieres lograr.
Lo ideal, es que estés predispuesto(a) a triunfar, que
desde el principio tengas como lema, lograr lo que te propones, alcanzar tus
sueños, sin importar lo que ocurra, ni lo que hagan los demás.
El Miedo A Las Críticas
El miedo a las críticas es un gran obstáculo que en
ocasiones nos imponemos, pensamos que si continuamos con nuestro camino, la
gente nos va a criticar o se va a burlar de nosotros. Cuando realmente, los
demás están tan ocupados cada uno con sigo mismo, que ni tiempo les queda para
criticar.
Falta De Preparación
Se hace obvio que si no se está preparado ante cierta
eventualidad, lograr el éxito se hace más difícil. La preparación disminuye los
nervios, la timidez y a nivel personal mejora la autoconfianza y autoestima.
Estar preparado puede tratarse de estudiar, analizar
la situación, adoptar técnicas de algunos mentores, o simplemente convencerse a
si mismo de que lo que se hará, se hará bien.
No Pensar En Grande
Muchas veces nos enfrascamos en nuestra propia
realidad y no vemos más allá de la nariz. Creemos que lo que podemos lograr es
poco y que nuestro alcance es netamente local.
Pues bien, así como muchas otras cosas, pensar en
grande, es un hábito que se puede adquirir. Muchos
malintencionados tratan de vendernos la idea de que nunca llegaremos a ser
grandes personas, grandes profesionales, grandes padres, grandes personajes
históricos… etc.
La buena noticia es que lograr cosas grandes, depende
única y exclusivamente de uno mismo, por lo que la solución, sin ir más lejos,
se encuentra básicamente en lo que piensas y sientes a diario. Si piensas en
grande, logras cosas grandes. Sino, no. Así de simple.
Negativismo
Similar a la predisposición al fracaso, el negativismo
nos sincroniza con una frecuencia de pérdidas. Pensar que las cosas no saldrán
bien, sólo podrá empeorarlas. Ser negativista nunca le ha servido a
nadie de nada.
Entonces, porque somos negativistas?
Por el simple hecho de que no dominamos nuestra mente
inconsciente y nuestros pensamientos. Estamos «programados» para pensar siempre
en lo peor primero, para evitarnos posibles traumas (es una condición humana).
Sin embargo, también nos detiene y obstaculiza el camino al éxito.
Lograr tratar con éstos obstáculos, a la hora de
querer lograr los sueños, metas, lo que te propones, o simplemente «el éxito»,
es indispensable para salir beneficiado de la mejor manera posible.

