Descubre lo que nunca nadie te había contado acerca de la felicidad.
Eres feliz… del todo?
La vida, en esencia, tiene altibajos. Así, negarte
la felicidad porque las cosas no suceden como deseas sería como negar tu propia
existencia como ser humano. Esta es la vida que nos ha tocado. No hay más.
Lamentarse porque las cosas no son como deseamos no arregla nada. Cero. Ni un
ápice.
Mira, la felicidad no es pretender que todo suceda de modo que estés bien, sino que es llegar a estar bien independientemente de lo que suceda ahí fuera. Del mismo modo, tal vez no puedas decidir sobre todo lo que tienes que hacer en cada instante, pero sí que puedes decidir hacer todo lo que haces estando bien.
Reflexión 1#: la felicidad NO se consigue
Y es que estamos acostumbrados a “perseguir” lafelicidad; nos hemos creído que existen recetas mágicas del tipo “consigue un
buen empleo y bien pagado, cómprate una casa grande, busca una pareja para toda
la vida o hazte famoso”, y entonces, serás feliz. ¿Te suena?
Lo primero que te diría es: la felicidad no es algo
que se consiga. Te cuento una idea que cambió para siempre mi vida: la
felicidad es algo que ya tienes. Es decir, no tienes que hacer nada
para conseguirla, no tienes que perseguirla… En lugar de eso, preocúpate de mimarla,
nutrirla, blindarla, elevarla.
Cuando no te sientes feliz en realidad es porque,
de algún modo, le estás dando palos a la felicidad que ya tienes. Pero, créeme,
ya eres feliz.
Me encanta el símil de la felicidad y la mariposa: si la persigues, se escapa; si la esperas tranquilamente, se posa en tu hombro.
Reflexión 2#: tienes que saber tu dirección vital para ser feliz
Si no te conoces a ti mismo ni sabes hacia dónde te diriges, se tercia complicado que aspires a una existencia feliz. Además, el viaje se va reinventando a cada paso ya que lo que crees que eres y lo que quieres cambia con el tiempo.
Total: otro pilar de la felicidad es el autoconocimiento y la capacidad para ir reajustando con los años todo lo que haces de modo que sigas siempre por tu propia senda.
Reflexión 3#: lo que haces (y lo que no) influye en tu felicidad
Arrepentimiento: esto es lo que
sienten muchas personas cuando se ven al final de sus vidas; arrepentimiento
por todo lo que no han hecho y tendrían que haber hecho. La felicidad significa
que sigues tu intuición y a cada instante haces lo que sientes que es más
sensato.
Así, La felicidad también está relacionada con todo lo que haces en la vida, y cómo todo eso que haces contribuye a satisfacer tus valores más profundos y esenciales.
Reflexión 4#: sacrificio y felicidad son incompatibles
La felicidad no es compatible con el sacrificio.
Nos han inculcado que para ser feliz y conseguir lo que deseas es
condición sine qua non esforzarse hasta niveles extremos
y, amigos, por más que me he sacrificado en el pasado solo he conseguido más y
más frustración, más y más sentimientos de resentimiento e irrealidad.
De verdad, no te lo creas, el sacrificio solo es opcional. Te invito a que veas estas conferencia donde hice un monográfico al respecto:
Reflexión 5#: tristeza y felicidad SON compatibles
Este es uno de los mayores caballos de batalla.
Muchos creen que la felicidad es algo utópico, un imposible, ya que creen
que solo serán felices cuando entren en una burbuja temporal y no les pase nada
“malo” ni a sí mismos ni a sus allegados (enfermedades, dificultades
económicas, etc). Es como si experimentar sentimientos de pérdida o tristeza
fuesen “malos” y provocasen nuestra infelicidad.
Mira, esos sentimientos son los que justamente nos
diferencia de otras especies; toda emoción tiene un sentido. Así, un
sentimiento de profunda tristeza nos hace vivir ese momento acorde a lo
que está pasando y a comprender que eso que está sucediendo nos importade verdad.
¿Te imaginas qué sucedería si de la noche al día
nadie sintiese tristeza? ¿Querrías vivir en ese mundo?
Fíjate que solo las personas que calificamos como enfermas (psicópatas, por
ejemplo) son las que carecen de la habilidad para empatizar con otros humanos y
sentir lo que ellos sienten. Los sentimientos de este tipo nos ayudan a
soltar lastre, a vivir intensamente ese momento y a valorar tremendamente
aquello por lo que sentimos esa emoción.
La próxima vez que sientas tristeza piensa: esto es justamente lo que me hace humano. ¿Podrías ser feliz sin sentirte humano?
Reflexión 6#: be water, my friend
La felicidad muchas veces podría asemejarse al
agua, es decir, pasa por tener la habilidad de adaptarte y fluir. Otra
metáfora que me encanta es la del bambú y el roble: solo el bambú sobrevive al
vendaval debido a su capacidad para doblarse y adaptarse a las condiciones
externas.
Como en todo en la vida, hay que buscar el equilibrio entre las convicciones y la flexibilidad. La flexibilidad excesiva nos empuja a la indeterminación y a la irrealidad; la perfección y convicción extrema nos hace débiles y víctimas de los fracasos. Encuentra tu punto intermedio.
Reflexión 7#: tienes que llegar a tus propias conclusiones para ser feliz
En la vida no hay varitas mágicas. Tú tienes que
andar el camino y llegar a tus propias conclusiones. No existen
verdades absolutas. Nadie tiene la verdad absoluta que encaja
perfectamente contigo. Yo tampoco. Eso sí: tú tienes tu propia verdad.
Permítete descubrirla y vívela plenamente.
Lee mucho y experimenta mucho también. Distingue entre lo que te ayuda y lo que no. Pasa el tiempo con personas inspiradoras. Camina, tropieza, cae, levántate, vuelve a caminar, vuelve a tropezar. Aprende.
Reflexión 8#: el perfeccionismo es enemigo de la felicidad
La ambición y aspiraciones personales concretas son
maravillosas; así, saber exactamente qué es lo que quieres y para qué lo
quieres es una manera genial de adquirir los compromisos necesarios para
pasar a la acción y caminar hacia tus anhelos como ser humano.
Ahora bien, apegarse a metas
extremadamente concretas y perfeccionistas pueden ser peligrosas, sobre
todo si has asociado tu felicidad a la consecución de dichas metas.
Claro que es necesario tener expectativas en la vida; ahora bien, procura siempre disfrutar del camino sin apegarte demasiado al resultado de tus acciones y decisiones. Recuerda: eres un ser humano, no un ser omnisciente y omnipotente.
Reflexión 9#: la generosidad aporta felicidad
Las personas que más regalan a los demás (tiempo,
ayuda, dinero, conocimiento, etc) tienden a sentirse más felices.
Además, echar una mano a personas que están en
situaciones más desfavorables hacen que veas tu propia vida con mas
perspectiva, apreciando aspectos que tal vez hasta ese momento habías dado por
sentado y ni siquiera los habías puesto en valor.
Personalmente siempre dedico entre un 5 y un 10 por ciento de mi vida profesional a la colaboración altruista, siempre trabajando con personas en riesgo de exclusión. Esta colaboración no solo me ayuda a saber que estoy colaborando a crear un mundo, sino que también me ayuda a valorar mi vida en su conjunto.
Reflexión 10#: mima tus relaciones personales
Un estudio de la Universidad de
Harvard de más de 70 años de duración y donde hizo el
seguimiento a decenas de personas a lo largo de su vida, concluyó lo siguiente:
el pilar básico en el que se asienta los sentimientos de felicidad está en
la calidad (no cantidad) de las relaciones personales que mantenemos a lo largo
de nuestra vida.
Mima y cuida las relaciones con tus allegados si
quieres tener una existencia feliz.
