Popularmente conocido en finanzas como “la octava
maravilla del mundo”, el interés compuesto es la fórmula
ideal para lograr nuestros objetivos económicos. A menudo se piensa que para
generar abundancia financiera debemos incorporar grandes cambios a nuestro
estilo de vida, pero la magia del interés compuesto y su poder
exponencial nos muestran que son un gran aliado.
Para comenzar, hay que saber que para empezar a invertir no
es necesario ser millonario o tener una enorme fortuna. Muchas personas se
quedan frenadas en este punto, ya que asumen que necesitan mucho dinero a la
hora de pensar en qué invertir en Argentina. Así, postergan decisiones
importantes para su vida financiera. Recuerden que en el mundo de las
inversiones, el tiempo juega a nuestro favor, por lo que es
importante empezar cuanto antes.
Lo único que se necesita es disciplina y
mentalidad de largo plazo. La magia del interés compuesto se encarga del resto.
¿Qué es el interés compuesto?
La forma más gráfica de comprender de qué hablamos cuando
hablamos de interés compuesto es pensar en un efecto “bola de nieve”.
¿De qué estamos hablando? El interés compuesto es
el proceso por el cual se genera un ganancia de interés sobre una inversión que
ya se había beneficiado previamente de una ganancia de interés.
Pensemos en una inversión que nos genera un interés, por
así decir, mensual. Al cabo de un mes, tendremos el monto que invertimos al
principio más nuestra ganancia de interés.
Ahora bien, si dejamos todo ese ahorro invertido, el
próximo cálculo de interés se hará sobre un monto más grande (porque incluye el
interés pagado al principio).
De esta forma, mientras más larga sea la inversión, más
efecto “bola de nieve” tendrá nuestro ingreso por intereses, ya que siempre se
calculan sobre una base que crece.
El interés compuesto ayuda a generar
rendimientos de manera continua en función del capital inicial invertido. Por
lo tanto, cuanto más grande sea la cantidad de dinero ahorrada, mayores serán
los intereses a percibir y más rápido crecerá.
La reinversión de nuestras ganancias es
una de las principales claves para maximizar los ahorros. ¿Es posible ser
millonario con esta técnica? Al principio no, pero el efecto del tiempo de un
interés constante es impresionante.
El tiempo es el mejor aliado y lo que permite que el
interés compuesto sea verdaderamente efectivo. Comenzar a ahorrar desde
una edad temprana ofrece grandes recompensas en el futuro.
¿Cómo ser millonario o tener tranquilidad
financiera? Sabemos que es difícil, pero el interés
compuesto es una herramienta indispensable para
lograrlo.
¿Cómo disfrutar de las ventajas del interés compuesto?
Para poner a trabajar el dinero a nuestro favor y obtener
los beneficios del interés compuesto, lo primero que debemos hacer es cambiar
algunos hábitos. Tenemos que entender cómo funciona el dinero.
Hay un dicho que dice que «los millones se cuidan
solos, lo que tenemos que cuidar son los centavos». En ese sentido,
preguntate: ¿Cómo son tus gastos diarios? ¿Cuántos de estos gastos son
superfluos? ¿Qué tanto están alineados con tus objetivos financieros?
El primer paso para construir tu riqueza es tener claro
cuáles son tus gastos diarios, esos que pasan desapercibidos en tus finanzas.
Existen muchos gastos innecesarios que afectan tu bolsillo y que podrían ser
fácilmente evitables.
Para ello, te recomendamos hacer una lista durante un mes,
anotando cada vez que hagas alguna compra. Esto te permitirá evaluar a fin de
mes cuáles fueron realmente necesarias y cuáles están siendo una fuga de dinero
y un obstáculo para conquistar tus objetivos. Afortunadamente, existe una gran
variedad de aplicaciones y técnicas para llevar a cabo este
cometido con éxito. Y ahora sí…
¿Cómo calcular el interés compuesto?
Como bien mencionamos, el interés compuesto es una especie
de efecto de bola de nieve, donde no solo se gana dinero sobre el capital
invertido, sino que, con el tiempo, los intereses se van acumulando para
generar un crecimiento exponencial. En pocas palabras: los
intereses que vas ganando también generan nuevos intereses.
El interés compuesto se calcula multiplicando el monto de
capital inicial por uno, más la tasa de interés anual, elevado al número de
períodos compuestos, menos uno. Al calcular el interés compuesto, el número de
períodos de capitalización marca una diferencia significativa. Cuanto mayor sea
el número de períodos de capitalización, mayor será la ganancia por interés
compuesto.
Veamos un ejemplo:
Asume que inviertes 1.000 dólares al 5% anual. Esto
significa que al final del año habrás obtenido una ganancia por intereses de 50
dólares. Para el siguiente año, tu capital será de 1.050 dólares, por lo cual
obtendrás una rentabilidad de 52,50 dólares. El tercer año tu capital sería
1.102, 5 (1.050+52,20), lo cual te generaría una ganancia de 55,125 dólares y
así sucesivamente…
Cuanto mayor sea tu tasa de interés, más rápido podrás ver
en acción el efecto del interés compuesto. Para saber cuánto tiempo podrás
duplicar tu dinero, es decir, convertir los 1.000 dólares del ejemplo en 2.000,
puedes utilizar la regla del 72.
La regla del 72 consiste en dividir la tasa de interés que
genera tus inversiones entre 72 para saber cuántos períodos tardarías en doblar
tu capital. Por ejemplo: si el interés de tu capital es el 6%: 72/6 = 12
períodos, Si es el 8%: 72/8 = 9 períodos, o si tienes una tasa del 10%,
tardarías 7,2 períodos.
