Los seres humanos vivimos generalmente con miedo a la vida,
hay un miedo a perder nuestra relación de pareja, a no encontrar esa pareja que
nos gustaría, a no tener dinero y varias cosas más. Es una forma de pensar que
genera sufrimiento, disociación y búsqueda en algo externo que nos pueda
completar.
Necesitamos esa búsqueda, inconsciente normalmente que
creemos nos va a completar, pero es imposible sentirnos completos con algo
externo a nosotros, principalmente porque eso que busco lo veo como algo que no
forma parte de mí, sino que me valdría para ayudarme en “la búsqueda”.
No nos damos cuenta que todo lo que está en nuestras vidas,
forma parte de ella, ya está en nosotros, porque está en nuestra vida, aquello
que vemos que no nos gusta, que negamos o rechazamos está en nuestras vidas, si
no no lo veríamos, por lo tanto forma parte de nosotros, de nuestra vida, y no
tiene nada de malo.
Hay una tendencia a irnos de nuestra vida, negando el
momento que estamos viviendo, negando el instante presente porque interpretamos
que no nos va bien sentir esto o aquello, esta situación o la otra, es un
rechazo continuo a nuestra vida, a nosotros mismos.
Hay un espacio diferente en la conciencia, no estamos
acostumbrados a él, pero es el espacio que puede sacarnos de la insatisfacción
continua en la que vivimos, se llama coherencia, la coherencia es abrirse
completamente a vivir y sentir aquello que estas viviendo en este instante, tus
emociones, tus pensamientos, tus dudas, todo ello está en ti, forma parte de tu
vida, no tiene ningún sentido negarse a vivir lo que está ocurriendo en tu vida
en este instante.
Cuando me abro a vivir este instante, entro en coherencia
al no buscar sentir algo que no estoy sintiendo, y paso a asumir completamente
la responsabilidad de lo que está ocurriendo en mí, no necesito interpretar
nada, no necesito entender nada, ya que esto sigue siendo una búsqueda de algo
que genera conflicto, sufrimiento.
La necesidad de buscar una interpretación que nos satisfaga
no es más que una huida del presente, somos muy conceptuales, y queremos
conceptualizar todo, pero todo lo que pienso desde este prisma está basado en
mis archivos, en mi pasado, por lo tanto, no encuentro ningún espacio nuevo en
mi conciencia que me permita un cambio de frecuencia en el sistema de
pensamiento.
Para mí este fue un gran descubrimiento, que me permitió
ver el caos mental que implica vivir con miedo mi vida, ¿Puedes imaginar el
caos mental que esto conlleva? ¡Un ser humano viviendo con miedo su vida! Y lo
hacemos sin apenas darnos cuenta.
Cada vez que rechazamos o negamos algo es un miedo a
encontrarme con las emociones que ello me genera y por lo tanto están en mí y
que no estamos dispuestos a sentir.
Entonces pude ver y entender que aquello que estoy haciendo
aquí en el mundo, no es otra cosa que aprender a amar, aprender a amar mi vida
completamente.
