La mayoría de
las personas estaría de acuerdo con esta afirmación, sin embargo, al paso de
los años y con estilos de vida cada vez más exigentes y con cada vez más
competencia profesional, nos resulta difícil que asimilemos esto en nuestras
vidas.
Un aspecto
interesante es que nuestros frágiles patrones de pensamiento difieren de manera
sutil.
A decir
verdad, la mayoría de nosotros experimentamos muchos pensamientos negativos a
lo largo del día, pero anhelamos tener una vida feliz.
Dicho de otro
modo, nos resulta difícil cambiar nuestros pensamientos negativos y dirigirlos
hacia la positividad y la realización de logros. Este es un problema común que
nos afecta a muchos de nosotros, pero la buena noticia es que es realmente
posible superar este escenario desafiante.
Posiblemente
debes haber escuchado el término “Psicología Positiva” que
se usa mucho hoy en día. Muchos psicólogos intentaron buscar el conocimiento de
lo que hace que valga la pena vivir la vida o cómo las personas prosperan en
circunstancias extremas.
La psicología positiva es
un enfoque científico que estudia los pensamientos, sentimientos y
comportamientos humanos, con un enfoque en las fortalezas en lugar de las
debilidades, construyendo lo bueno de la vida. Se esfuerza por mejorar el bienestar
de un individuo al incluir pensamientos y conductas optimistas.
Creo
firmemente que la “Actitud Positiva” no es la ausencia de pensamientos
negativos, sino la presencia de bienestar y de propósito.
El objetivo no
es suprimir los pensamientos nocivos, sino comprender mejor lo que nos permite
aumentar nuestro bienestar. En pocas palabras, nuestros pensamientos crean
nuestros sentimientos y cambiar nuestros pensamientos cambia cómo nos sentimos.
Imagínate una
bola de nieve, nuestros pensamientos son como uno rodando por el suelo y a
medida que rueda, se vuelve más y más grande. De alguna manera, da la impresión
de que tiene vida propia, corriendo inquieto hacia una dirección desconocida
que probablemente no tenga fin.
En eso se
puede convertir un pequeño pensamiento negativo; una enorme bola de nieve de
maldad. Sin embargo, un pequeño pensamiento positivo puede tener el mismo
efecto de evolucionar en algo mejor.
6 formas de mantenerte una perspectiva positiva
1. Sé consciente y
acéptate
Uno de los
pasos clave para cambiar nuestros patrones de pensamiento negativos es ser
consciente. Acompañar dicha conciencia con la aceptación de quién eres puede
hacer que nuestra determinación sea mucho más fuerte. Una vez que nuestra mente
subconsciente acepta su realidad presente, ella nos va ayudar a fomentar
pensamientos y emociones positivas sin esfuerzo.
“La vida se repite sin pensar y a menos que te
vuelvas consciente seguirás repitiendo como una rueda.”
Osho
2. Suelta tus
pensamientos
Nuestros
pensamientos son elecciones conscientes y pueden variar desde severamente
negativos hasta extremadamente positivos.
Si comenzamos
a seguir el rastro de los pensamientos desagradables, estos rápidamente ganarán
impulso. Ese es el momento en que necesitamos abandonar ese pensamiento de
forma consciente. El truco para hacerlo es difícil pero factible.
Una de las
mejores herramientas que ayuda a abandonar un pensamiento es través de la
Atención plena o como se conoce hoy en día con la palabra inglesa
“Mindfulness”; esta nos ayuda a traernos de vuelta al momento presente.
“Puedes desarrollar la atención plena haciéndote
una pregunta importante a ti mismo. Si te haces esta pregunta, te infundirá
atención plena inmediatamente sin esfuerzo. La pregunta es: ¿Qué estoy haciendo
ahora? Tan pronto como haces esta pregunta, regresas al momento presente de lo
que estás haciendo en ese momento”.
3. Deja ir el
pasado/futuro
Ser positivo
es una cuestión de preparación mental. La mayoría de las personas no son
infelices por haber hecho malas acciones, son infelices por la mala elección de
las palabras y la mala contemplación de los pensamientos.
Aferrarnos a
nuestros recuerdos, pensamientos o emociones desagradables y preocuparnos por
el futuro puede ser reconfortante como un hábito, sin embargo, la verdadera
fuerza surge cuando dejamos ir el pasado/futuro y tratamos de vivir en el
momento presente.
Cada vez que
reflexionamos sobre eventos indeseables, perdemos la mera esencia de la vida,
es decir, estar en paz.
“En cualquier momento tienes una opción que te
acerca más a tu espíritu o te aleja de él.”
Thich Nhat Hanh
4. Sé agradecido
Los
pensamientos negativos son los que nos derriban, nos tientan a desviarnos de
nuestro camino de autorrealización y propósito, además nos hacen olvidar lo
bendecidos que somos.
Esos
pensamientos suelen nacer del miedo a lo desconocido o al enfrentarse a
situaciones adversas. La gratitud nos ayuda a superarlos o por lo menos
convertirlos en algo positivo.
Llevar un
diario simple de las cosas por las que estamos agradecidos puede ayudarte a
recuperar la positividad.
5. Sé bondadoso
Cada tipo de
pensamiento evoca una cierta emoción positiva y ésta eventualmente nos impulsa
a emprender actos aleatorios de bondad en nuestra vida diaria.
Cuando
llenamos nuestro mundo de bondad y amabilidad, generamos un efecto dominó,
propagándolo en nuestra conciencia, en nuestro mundo interior y gradualmente en
nuestro mundo exterior.
Empezamos a
darnos cuenta de que nuestro mundo exterior es una réplica, que proyecta
nuestro mundo interior, y que nuestros pensamientos, deseos y emociones son los
componentes básicos de nuestro mundo interior.
Deduzco que
las Actitudes Positivas son como imanes, que también tienen la capacidad de
atraer positividad al mundo exterior.
6. Sonríe
Cuando
sonreímos, ayudamos a potenciar los pensamientos positivos lo que puede elevar
notablemente e instantáneamente nuestro estado de ánimo.
Una manera
fácil de mejorar nuestro estado de ánimo en este momento es recordar un
recuerdo agradable y revivir las emociones que sentimos en ese momento.
Concéntrate en esos sentimientos alentadores y sonría. ¡Inténtalo para creerlo!
¡Ese es el
poder de nuestro pensamiento! Tiene el poder de crear un mundo positivo con la
ayuda de una perspectiva positiva en nuestra vida.
Observando
atentamente los patrones de las personas y practicándolo como guía de vida,
considero que lo que realmente aumenta el bienestar de alguien es una relación
interna fuerte, encontrar su pasión, vivir el presente, gratitud, amabilidad,
atención plena y llevando una vida con significado.
Tomarse el
tiempo para cultivar estos rasgos y hacerlo de manera persistente ha ayudado a
muchas personas a fomentar la felicidad y el bienestar en sus vidas.
“Eres tu peor enemigo y tu mejor amigo. Nadie puede
enseñarte el arte de cómo vivir. Es algo que tendrás que aprender tú mismo. Si
te has comprometido a ser feliz, nada te puede afectar”

